Novedades para los becarios de Nuevas Voces
Me llamo Mykela Patton, estoy en el último curso del instituto Skyline y este verano he tenido la suerte de hacer prácticas en la Fundación Rose con su programa New Voices Are Rising. El programa me abrió los ojos a muchos temas diferentes en Oakland y el Área de la Bahía relacionados con el medio ambiente y la justicia social. Cuestiones como los pesticidas, el carbón, la vivienda asequible y la calidad del agua son sólo algunos de los temas tratados durante el verano. El tema que más me impactó fue el racismo medioambiental. Este tema se emparejó con un viaje al distrito de la refinería de Richmond, que resulta ser donde se encuentran principalmente las comunidades de bajos ingresos de la zona de Richmond.
Como la mayoría de los residentes del Área de la Bahía saben, Richmond, CA es el hogar de la Refinería Chevron. Sin embargo, la proximidad de la refinería a los hogares de los residentes de Richmond no es muy conocida. Cuando participé en la visita al distrito de la refinería, el concepto de racismo medioambiental me impactó. La refinería estaba literalmente enfrente de viviendas asequibles. El viento arrastra los contaminantes de la refinería en dirección a las comunidades de color con bajos ingresos. La única separación entre la refinería y las casas de la gente era una calle y una valla. Los efectos de esta horrible refinería sólo los sufren directamente las comunidades de bajos ingresos. Point Richmond, conocida por ser la parte más rica de Richmond, no sufre directamente los efectos de la refinería. El viento sopla en dirección contraria a las viviendas de esta zona, por lo que los residentes no tienen que respirar contaminantes en sus casas. Los residentes de Point Richmond no tienen hollín negro en sus paredes debido a la refinería Chevron.
Este viaje me permitió ver algunos de los problemas menos conocidos de Estados Unidos y del mundo. El hecho de que las personas que más ayuda necesitan sean siempre las que más sufren es un problema espantoso que debería abordarse de inmediato. Estas injusticias medioambientales pueden conducir a vidas infelices, defectos de salud e incluso la muerte.
La refinería es un problema importante en sí mismo. Una posible solución para revertir parte del daño causado a las comunidades de color con bajos ingresos sería dejar de utilizar combustibles fósiles. Si el mundo dejara de depender de una fuente de energía tan perjudicial, los problemas medioambientales a los que nos enfrentamos ahora no desaparecerían necesariamente, pero no empeorarían. Sin embargo, como existe una dependencia tan fuerte de los combustibles fósiles, la energía no renovable no desaparecerá en mucho tiempo. Para que los efectos no se noten tanto, debería haber normativas que hicieran que la refinería estuviera más aislada.
Mis prácticas en la Fundación Rose me enseñaron una lección muy importante. Aunque soy joven, tengo derecho a expresar mi opinión sobre temas que considero importantes. Tengo ese derecho porque, independientemente de tu edad, nacionalidad u origen, tu hogar es tu hogar. El Área de la Bahía es mi hogar, y no quiero que sus ciudadanos más vulnerables sufran. Con esta lección, y las muchas otras valiosas habilidades que aprendí a lo largo del verano, creo que puedo hacer un cambio en mi comunidad. Puede que tarde un poco, y puede que sea poco, pero creo que puedo marcar la diferencia, y ese es mi objetivo en la vida. Quiero hacer de Oakland y del Área de la Bahía un lugar mejor para las generaciones futuras.